AWAKENINGS
/ DESPERTARES
Por Bill Troubridge.
Durante
años he predicado que todos nosotros debemos traer nuevos cazadores a nuestro
morral. En una época en la que la presión sobre nuestra forma de vida va en
aumento y el número de cazadores decrece es una obligación que todos
compartamos para conservar aquello que conocemos, es lo correcto. He hablado lo
suficiente. Este fue mi año de “andar camino” y fue una experiencia que nunca
olvidaré.
Los
granjeros, en general, no son cazadores. Nuestros vecinos, Tom y Marni, tienen 400 acres (162Ha) del
mejor hábitat para ciervos, donde ellos cultivan el grano para alimentar a su
ganado. A lo largo de los años hemos cazado en sus tierras y tarde o temprano
nos teníamos que hacer amigos. Marni es una artista gráfica y como nuestra
amistad creció le consultamos el diseño de nuestro folleto, pero era evidente
que su falta de conocimiento de lo que era la caza creaba un problema.
Para
resolver esto intentamos informarla y finalmente preguntó para venirse con
nosotros a cazar marmotas con un rifle, una forma bastante fácil y social de
experimentar la caza. La paciencia era un gran prerrequisito para mí cuando
comenzó con sus torpes disparos iniciales, pero al final de la tarde, tenía
fuego en los ojos y ninguna marmota estaba a salvo. ¡Habíamos creado un
monstruo!
Kath
y yo pensábamos que la tormenta habría “pasado”, pero Marni estaba como
chiflada. Había encontrado una parte de ella que nunca había experimentado. Ese
invierno Marni arrastró a Tom a una clase de formación de cazadores y antes de
que puedas decir “¡largo bicho!” tenían sus licencias para ciervo y lucían
ballestas nuevas.
En
el verano les ayudamos a aprender cómo disparar sus ballestas de forma segura y
precisa. Por septiembre los habíamos graduado en el juego de “fija el punto en
el ciervo” usando fotos de ciervos para explicarles las mejores estrategias de
colocación del disparo, y a primeros de octubre, cuando comenzó la veda de
ciervos, estaban lo suficientemente preparados para la realidad.
Era
un poco como el primer día de colegio para tus hijos cuando se abrió la
temporada y los dejamos libres para su primera cacería real. Cuando los cuatro
cazamos juntos, Kath y yo nos apresuramos a volver para saber cómo les había
ido.
Cuando
disparé a un ciervo, Marni asumió el
trabajo del rastreo y miró atentamente cómo lo destripé deseosa de aprender, de
este modo cuando ella consiguiera el suyo sería capaz de hacer su propio
“trabajo sucio”. Así después de un
montón de grandes experiencias y grandes historias, ambos consiguieron sus
ciervos y experimentaron la emoción de capturar y proveer alimento para ellos
mismos y para su familia. Kath y yo no podíamos estar más satisfechos.
Fue
una super experiencia para nosotros autorizar nuevos cazadores y experimentar
la emoción de embarcarnos en un excitante y desafiante nuevo deporte a través
de sus ojos. Sin duda que llevó tiempo y paciencia, e incluso disminuyó un
poquito nuestra propia experiencia de caza, pero la recompensa de ver su
excitación y revivir nuestras propias primeras experiencias a través de ellos no
tenía precio y ¡lo haría todo de nuevo sin pensarlo!
El
futuro de la caza parece sombrío. Los grupos anticaza están mejor preparados y
mejor organizados que nunca y al mismo tiempo el número de cazadores está
cayendo rápidamente en la mayoría de las zonas. Se retiran más cazadores de los
que se inician. En un mundo donde los votos y el dinero lo significan todo sólo
hay una vía para salvar a nuestro deporte de la extinción y esa es promocionar la caza activamente y su forma de
vida a los no cazadores y conseguir tantos nuevos cazadores como sea posible.
Si
conoces a alguien de cualquier edad que esté remotamente interesado en la caza,
encuentra la forma de acogerlo bajo tu ala e inícialo en este deporte. Lo
encontrarás un esfuerzo alegre y gratificante y ¡estarás haciendo también un
gran servicio al deporte que todos amamos!
© Bill Troubridge. Presidente de Excalibur crossbow. Canadá.
Publicado en HBM número de
primavera de 2005.
©Traducción:
Juan Carlos Cabrera V.