MY ROOTS - MIS RAICES


Por Bill Troubridge.

Alrededor de los últimos veinte años -o más- me convertí en un apasionado de la rica historia de la ballesta y de la caza con ballesta. He escudriñado cada libro pensando que podría encontrar algo, pero aun con todos los “libros de aprendizaje” con los que me pude empapar, nunca experimenté el lado práctico de las raíces de la ballesta hasta el último verano. Esto fue hasta que conocí a David Watson de New World Arbalest en Tejas.

Siempre me había sorprendido sólo pensando en los desafíos que habían enfrentado nuestros antepasados mientras disparaban y cazaban con sus ballestas, y cuando me presentaron al Sr. Watson, supe que mi oportunidad para practicar con una ballesta antigua estaba a mi alcance!

David es un fabricante de reproducciones de calidad de ballestas de estilo medieval. Cada una es ordenada de su catálogo junto con una surtida gama de trajes de la época, basados en las expectativas de uso de sus clientes, entonces después de varios meses durante los cuales meticulosamente son hechos a mano, los artículos llegan a tu puerta.

Después de varias conversaciones con David le mandé una orden pidiéndole su Ballesta Centroeuropea, la cual es reconocida como un estilo comúnmente utilizado entre el 1250 a 1600. Especifiqué también que quería que su "nuez" permita que la cuerda pueda ser girada del mismo modo como lo hacía antiguamente desde el cuerno. También que una capa del marfil color micarta sea instalado en lo alto de la culata..

A inicios de octubre finalmente llegó mi nueva ballesta y era hermosa! Los bordes de los extremos y la nuez, estaban pintados con un petróleo oscuro hasta la culata, y la imitación de marfil de su cubierta la hacían parecer una pieza digna para un museo! ¡Yo no podría esperar para probarla!

A diferencia de cualquier ballesta que hubiera disparado alguna vez, ésta no tenía una ranura en el riel para acomodar la tercera  pluma de la flecha. La única manera de disparar mi nueva ballesta fue exactamente haciéndolo del modo antiguo y utilizando flechas de dos plumas, pero afortunadamente el Sr. Watson había considerado pertinente incluir un poco de estas para poder practicar, así que estaban a mi alcance.

La primera cosa que aprendí sobre mi nuevo juguete fue que el disparador o el "tickler" estaba en el lugar perfecto para facilitar un tiro seco si usted no le había prestado mucha atención. El disparador se extiende sobre 10" a lo largo de la parte inferior de la culata o "caña" y desde que no había guía para el gatillo o ni seguridad en las ballestas antiguas, tuve que tener el cuidado extremo para evitar las descargas accidentales.

En el período de las ballestas rara vez éstas tenían una mira, el modo como ellos disparaban era sosteniendo el arma al hombro y alineando la mirada siguiendo la guía de la flecha, utilizando su punta como referencia para determinar donde apuntar. Una vez que usted estaba satisfecho con la alineación de la ballesta los cuatro dedos de la mano tenían que apretarse suavemente hasta que el gatillo permitiera a la ballesta hacer fuego.

Todo dicho, esta era una manera muy exótica de disparar, y después de mi primera sesión en el campo de tiro con mi nueva ballesta me quedé un poco desalentado. Al igual que con todas las cosas, la práctica hace que uno se perfeccione, y eventualmente después de más o menos un mes, llegué al punto en el que un disparo podía ser a 20 yardas. La temporada de venado estaba llegando y estaba contento por haber adquirido más experiencia, era el momento de probar el arte de disparar flechas en el campo.

Mi cronógrafo me dijo que las 180 libras de acero de mi ballesta podrían disparar un proyectil de 460 grains a una velocidad de 155 pies por segundo. Unos segundos con una calculadora me dijeron que mi monstruo medieval producía un poco menos del impresionante promedio de  24 libras por pies de potencia. Ya que sabía que este era un ejemplo bastante representativo de este período, sólo podía asumir que había suficiente "punch" allí para el venado.

Arreglé media docena de flechas con dos plumas de 5 " con una buena compensación e igual numero de puntas Magnus, con dos cortes de hoja del tipo de punta de flechas que se había usado en el pasado para maximizar la penetración en búfalos. Inicialmente éstas volaron de modo algo errático, pero con un poco de experimentación, descubrí que era vital alinear las hojas con el emplumado.

Hecho, los grupos eran pequeños más que de sobra y yo estaba listo para abrir el día.

Yo tenía la etiqueta de nunca haber cazado un venado y quería librarme de ella, y después de algunos infructuosos viajes, a lo lejos un macho me dio la oportunidad de probar cazar al "viejo estilo".

A 22 yardas, yo sabía que tenía que ver directamente debajo de de la punta de la flecha así que ésta justo tocara la parte inferior del pequeño pecho del venado al tiempo que apriete el gatillo. Cuando la ballesta hizo fuego, divisé como el misil de dos plumas surcando los aires y casi silenciosamente desaparecer dentro de su lado, exactamente donde yo lo había querido.

El venado salió corriendo, pero al momento en que entró a la maleza comenzó a andar más despacio y se derrumbó en el suelo. Honestamente no puedo decir si esta fue la más excitante  caza que yo alguna vez había hecho, pero garantizaré que le he disparado a muchos trofeos, que no estuve orgulloso o excitado como si lo estuve por este joven venado!

Increiblemente la flecha fue directamente hacia él y esta no la recuperé hasta el siguiente día cuando la encontré en el borde de campo de maíz.

Espero que todos ustedes hayan tenido una gran temporada en el campo y que sus sueños hayan cumplido a lo largo del año. Pero sobre todo espero que ustedes hayan tenido la oportunidad de ir a lo lejos y experimentar las maravillas de estar al aire libre.
 

Publicado en HBM número de invierno de 2006
© Traducción: Ivan Takahashi Bancovitch