THE CUTTING EDGE (EL FILO CORTANTE)
Como
cazadores ballesteros, usamos una tonelada de equipos diferentes. Nuestras
ballestas, camuflaje, cubreolores, puestos, etc, son todos importantes
para el éxito en el deporte que hemos elegido. De todas formas,
si eres realmente honesto, son todos secundarios a una pieza del equipo
que “hace el trabajo”… la punta de caza. Toda la parafernalia tiene un
propósito, y ése es darle al filo de las cuchillas de tu
punta de caza una oportunidad para deslizarse a través de los vasos
sanguíneos de tu venado y echar abajo su sistema circulatorio.
Si ese filo cortante está en una punta tradicional fija o en una de tipo mecánica no significa nada una vez que tu punta de caza ha penetrado las partes vitales del bicho. El elemento importante en este punto es cuán afilada está y cuanto corte útil hace.
La cuestión filo es crítica. Si una punta de caza NO está afilada trabajará contra nuestro éxito de dos formas. Primero provocará que los vasos sanguíneos sean “empujados” fuera de la trayectoria de las cuchillas en su recorrido a través del animal. La cantidad de energía necesaria para moverlos es menor que la que una hoja roma necesita para cortarlos.
El segundo problema con las cuchillas romas es que dañan mucho los tejidos al traspasarlos. Esto puede parecer algo bueno, pero paradójicamente eso detiene el flujo de sangre (la hemorragia). En realidad, una hoja bien afilada cortará un grupo de células a la vez, pero dejará las de alrededor intactas, mientras que una hoja roma desgarrará y dañará una zona mayor.
Esto produce una liberación de enzimas que disparan las propiedades coagulantes de la sangre y detienen el flujo sanguíneo y además tu rastro de sangre. De estas cosas, ¡ninguna es positiva ni va a llenarte el frigorífico! La lección aquí es sencilla: "Si no te puedes afeitar con tu punta de caza quédate en casa, usándolas sólo conseguirás el fracaso”
El saber cuán efectiva es realmente una punta de caza es más difícil de deducir. A simple vista, parece fácil. Dado un mismo radio de corte la punta de dos hojas cortará 2/3 comparada con la de tres hojas y 2/4 comparada con la de cuatro hojas, ¿no? Lo siento, eso no es así, ¡respuesta equivocada! Ya sé que es la dirección que la lógica nos indica, pero la realidad nunca es tan simple.
Aquí radica el problema. Sólo puedes cortar un vaso sanguíneo una vez y afecta a la cantidad de sangre que se libera. Múltiples cortes no causarán más pérdida de sangre porque el único lugar por donde manará será el punto de corte más cercano a donde el corazón la bombea.
No hay más daño con cortes adicionales, ni tampoco otras ventajas. El resultado es que al añadir más hojas el efecto real que se consigue es menor (se reduce). Ya se que esto es difícil de que se nos meta en la cabeza pero ¡nadie dijo nunca que la vida fuera fácil!
Hace muchos años, me enseñaron un modo simple de resolver esta confusa cuestión. Todo lo que usted necesita son dos puntas de caza del mismo diámetro de corte, una con 3 hojas y otra con 4 hojas, y una hoja de papel milimetrado fino. Ya sabes, ese papel con todos los cuadraditos pequeños.
Ahora esto es lo que has de hacer: Primero pega la hoja de papel milimetrado en un pedazo de styrofoam (foam) o material similar, luego hunde las dos puntas de caza diez veces de forma aleatoria atravesando el papel.
Luego quita dos hojas a la punta de cuatro y repítelo con ésta como si fuera una punta de dos hojas. Ahora lo más duro, cuenta exactamente cuántas líneas del papel han sido cortadas en cada entrada (recuerda, ¡no valen cortes múltiples!)
Mis resultados fueron los siguientes:
Dos hojas: 6,7,7,6,7,7,7,7,7,7
Promedio: 6,2
Tres Hojas: 9,8,8,8,8,9,8,8,8,8
Promedio: 8,2
Cuatro Hojas: 8,10,8,9,10,9,10,8,8,10
Promedio: 9,0
Ahora si quieres saber cuántas oportunidades de cortar líneas tenías en cada uno de los “canales de heridas” que creaste, simplemente dibuja, aleatoriamente, una serie de círculos que sean del mismo tamaño que el radio de corte de tu punta de caza, en esta ocasión 1 y 3/16 de pulgada. La media de ellos tenía un total de10 líneas sin tocar el borde del círculo. El resultado es que:
Dos hojas cortan el 62% de las líneas
disponibles.
Tres hojas cortan el 82% de las líneas
disponibles. Un 32% MÁS que la de dos hojas.
Cuatro hojas cortan el 90% de las líneas
disponibles. Un 10% MÁS que la de tres hojas.
Así que ¿cuál es la “moraleja” de esta historia? Simplemente esta … más hojas harán más sangrado y como resultado un rastro de sangre más corto, abundante y fácil de seguir, pero cuando el número de hojas (cuchillas) pasa de tres, el aumento del efecto por cada hoja que se añade decae rápidamente. En mis propias cacerías, tiraré con punta de dos hojas sólo si estoy obligado a hacerlo (como ocurre en Sudáfrica donde están legisladas para su uso con animales peligrosos).
Generalmente usaré puntas de tres hojas porque tienden a volar mejor que las de cuatro hojas y con sólo un 10% menos de efecto de corte mientras que me dan en total un 32% más de efecto real que una punta de dos hojas.
Espero que todos hayan pasado bien el invierno y estén listos para ir a los pavos pronto. Wireton Willie, el único roedor meteorólogo, predijo el dos de febrero que habría una primavera temprana para todos así que ¡tendremos un gran mes de mayo en Ontario con mucha menos nieve que ahora! Hasta entonces, ¡buena caza!
© Bill Troubridge (*)
Publicado en HBM número de primavera
de 2003
*Bill Troubridge y Kath,
su esposa, son los propietarios de Excalibur Crossbows en Canadá,
además de cazador y habitual en los “crossbow hunting tips” artículos
que aparecen en la revista Horizontal Bowhunter que es la publicación
oficial de la Federación Americana de Ballesta.
©Texto y fotos Bill Troubridge (Exalibur Crossbows)
©Traducción: JC Cabrera