FINDING ROOTS - DESCUBRIENDO LAS RAICES
Por Bill Troubridge.
Uno de los más grandes problemas que yo he visto tiene que ver con que existe una controversia entre dos posiciones sobre el tema de la ballesta. En ambos casos, piensan que la ballesta solamente surgió de desechos de la antigüedad. Los elitistas quienes piensan que la ballesta nunca será su deporte. Piensan que en algún momento alrededor de 1970 las huestes de Satán la inventaron para convertir el mundo ordenado en un infierno vivo.
Ellos argumentan que las ballestas no son “tradicionales” (como si lo es el arco compuesto) y esto porque éstas no deben ser usadas en “su” temporada de caza de “sus” venados. Personalmente, yo pienso que ellos realmente no están capacitados para resguardar las tradiciones y están protegiendo más bien su césped, pero tal vez un poco de perspicacia analizando las raíces de la ballesta no les haría daño.
A la inversa, los cazadores con ballesta que conozco están también en la oscuridad sobre la exactitud de donde, cuando y como las ballestas se desarrollaron a lo largo de los años. El conocimiento de sus raíces inculca el sentido de orgullo, algo de lo que creo carecen muchos cazadores de ballesta de nuestros días. Es tiempo de parar de excusar sobre el por qué usamos el temido arco horizontal. Nosotros deberíamos estar de pie orgullosos y realizados porque somos parte de una tradición de la que han participado cientos de generaciones.
Enfrentemos esto, desde el primer escalón que va del "palo y la cuerda" hasta llegar a las ballestas no ha sido cuestión de ciencia espacia. Estoy seguro que el hombre de la Edad de Piedra pudo ver a simple vista que si la cuerda podría ser contenida mecánicamente aún con el más simple engranaje de arco, el disparo sería más fácil y exacto. No existe registo de estas primeras ballestas primitivas, pero si usted observa a las culturas de la Edad de Piedra en el sudeste asiático o africano, verá ejemplos de las mismas.
El Montagnardes en Vietnam, ha estado usando ballestas elementales hechas de bambú hasta tan recientemente como en los años 70s. Estos arcos consistieron en un miembro con un travesaño acanalado conectado al centro, aproximadamente formando una "T". La cuerda era jalada y enganchada sobre el adverso de la sección acanalada y cuando estaba lista para disparar, se colocaba la flecha en el surco, entonces la cuerda era chasqueada despidiéndola.
La evidencia escrita
más temprana sobre la ballesta la encontramos en China, en el siglo
lV A.C, y alrededor de los siguientes cien años aparecieron con
regularidad en documentos de del Imperio Romano. La edad de oro de la ballesta
fue alrededor de 1000-1500 D.C. Este período se dio el florecimiento
del uso de la ballesta en Europa tanto para la caza como para la guerra.
El diseño de emisión durante este período era muy
simple, generalmente un cuerno o el hueso "tuerca" hecha girar en la culata
para
sostener la cuerda
fijándola en el lugar, mientras que el largo gatillo de hierro era
usado. Era considerable el uso del mecanismo del gatillo mediante un tirón
en estos tempranos diseños, y fue hecho para usar los cuatro dedos
y con esto vencer este obstáculo para lograr un tiro confiable.
Al principio de este período las palas eran generalmente una buenas madera dura como el tejo, pero como el tiempo se transformaron en palas laminadas que fueron hechas laminando tendones, madera, y cuerno. Estas palas eran muy eficientes, pero bastante costosas. Pronto fueron sustituidas en gran parte por las palas de acero que fácilmente eran producidas, pero eran algo menos eficiente y propensas al fracaso y a la catástrofe por doblarse reiteradas veces.
Diseños extremadamente pesados fueron posibles de hacer utilizando palas de acero, lo que derivó en la invención del cranequin y del windlass en concordancia con su envergadura. Las ballestas a partir de este período tenían a menudo un peso superior a 1000 libras, pero debido a su corta longitud, generalmente de cuatro o cinco pulgadas, y pesadas palas de acero, no tenían resultados tan impresionantes como si lo era en su concepto.
Alrededor del siglo XV, las ballestas fueron quedando obsoletas debido a que en la guerra se comenzaron a utilizar armas de fuego, pero ellas siguieron siendo usadas en Europa como armas deportivas hasta 1800. Los diseños mejoraron al paso del tiempo y las ballestas fueron hechas para disparar flechas para caza mayor, y las bolas de plomo o de arcilla para caza menor. La introducción de armas de fuego portables y rifles a poco costo fue la gota que rebalsó el vaso, y con esto el uso de la ballesta prácticamente desapareció durante varias décadas.
En los últimos
30 años (aproximadamente) la ballesta regresó para “venganse”.
Recientemente la explosión de la temporada de ballesta y el interés
simultáneo por esta arma antigua ha promovido un verdadero renacimiento
en el uso de la ballesta, y con el aumento de de las oportunidades para
que podamos esperar que los historiadores algún día
puedan mirar hacia
atrás y consideren este tiempo como la verdadera edad de “oro" de
la ballestas.
Publicado en HBM número
de otoño de 2005
©
Traducción:
Ivan Takahashi Bancovitch